Después de una semana intensiva
de trabajo en la que os he echado de menos y durante la cual no he tenido
tiempo material para otra cosa que no sea trabajar, trabajar y trabajar por fin
tengo un ratito para vosotros y poder contaros mis peripecias.
Después del post “Un toque
británico” quedó más o menos claro que yo siento un cariño especial por la Gran
Bretaña y sus lugareños. Es una pena que me queden a dos horas de avión y un
cambio de moneda de mi casa, porque si la cosa fuera diferente los visitaría
más veces de las que puedo ahora… Porque si hay algo que me encanta hacer en mi
tiempo libre, las vacaciones, los festivos, los puentes y los fines de semana
es viajar. Tanto que a veces pienso que un día libre sin haber viajado a
ninguna parte es una pérdida absoluta e irrecuperable…Ya, tengo que hacérmelo mirar!
La semana pasada, con el festivo
del 1 de Mayo y sin posibilidad de hacer
puente el Viernes, volvió esa sensación de Carpe Diem que me invade a veces y
que me hace ir corriendo a buscar un mapamundi. En esa ocasión, M y yo
contábamos con 24 horas solamente, así que sobra un poco lo de mundi.
Rápidamente nos pusimos manos a la obra para planearlo todo!
Nos montamos en el coche de buena
mañana, con un montón de carreteras vacías a nuestra disposición tras el éxodo
el Miércoles por la noche de los que salieron de Sevilla para hacer puente y pusimos rumbo al
sur, muy al sur.
La ecuación era la siguiente: un recorrido
de ida y vuelta que pudiéramos hacer en coche y regresar a casa el mismo día, con una distancia en torno a los 250-300 km, que
fuera una localidad donde no fuera festivo el 1 de Mayo y todo estuviera abierto y que además tuviera un toque
británico. Existe? Existe
Bienvenidos a Gibraltar!
Polémicas políticas aparte, a M y
a mí nos pirra venir aquí. Esta puede ser la tercera o cuarta vez que venimos,
creo. Y las que nos quedan todavía! Es un trocito de Inglaterra con clima
mediterráneo, encantador encantador. Todo tiene ese aire vintage, dejado, viejo
si me apurais, tan “british”, que en Londres cuesta ver, pero que aquí está por
todas partes.
¿Qué hacer un día en Gibraltar?
Se puede subir en teleférico al famoso peñón y pasar un ratito con los monos: Monos
sueltos y nada domesticados que campan a sus anchas y te quitan la botella del
agua, se enganchan a tu mochila o entran en la tienda de regalos y se llevan un
souvenir. Son graciosos pero vistos una vez, vistos todas, así que no vamos a
repetir en esta ocasión.
O podeis hacer lo que yo,
olvidaos del reloj y vagar por las calles
Haceros fotos
Zampar a medio día en un sitio que os guste
Tomar el postre...
(Nooooo, me he quedado con vosotros!! Es una tienda de jabones que se llama "The Gibraltar Soap Shop". Pero a que es bonita?)
Y… comprar. Comprar, comprar, comprar. Yo para esto utilizo dos reglas fundamentales: solo comprar productos que en España no existan (entiéndase con una marca y características determinadas,) o cosas que la diferencia de precio con el cambio incluido sea abismal.
Estos son los escaparates estrella
en Gibraltar, y me traen tantos recuerdos de Las Palmas en los 80!
Son los escaparates de los vicios
como yo los llamo, y es que reunen tras un mismo cristal a los tres grandes: Tabaco,
alcohol y chocolate!
Lo mío por TopShop es debilidad
absoluta, aquí salgo con el botín!
Por qué pasarme la tarde en un hipermercado
inglés? Lo explico? Mejor os lo enseño
Tras una disputa entre M y yo
sobre M&M versus Smarties, en la que
ninguno de los dos dio su brazo a torcer, recordamos que nos quedaban unos
cuantos kilómetros para volver y nos pusimos en marcha….
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