viernes, 30 de noviembre de 2018

La dulce Cacharrería


Suele sucederme siempre en algún momento del verano.

Quizás lo provoque el inmenso silencio que se hace a mi alrededor a la hora de la siesta, cuando el calor de los cuarenta a la sombra está arrasando con todo literalmente. Un pequeño monstruo invisible, al que solo puedes sentir y nunca ver, y del que mejor resguardarnos metiéndonos en algún lugar a cubierto.

Mientras la gente guay llena Instagram de las siempre eternas fotos: de aguas cristalinas, de melenas con ondas surferas perfectas, de besos en el banco del restaurante Beso en Ibiza, de fiestas hasta el amanecer… mientras sucede todo eso, a mí parece visitarme una especie de horror vacui anti silencio y es entonces cuando me engancho a Youtube ( a quien se le diga que uso Youtube un 99% de las veces para escuchar música….) y tecleo sólo tres palabras: The Christmas Song.

Así, sudando debajo del aire acondicionado, con la botella de agua fría derritiéndose a mi lado y quedándome pegada a la silla, la melodía llega a mís oídos a través de los auriculares ( porque con que yo sepa que estoy loca por acordarme de la Navidad en pleno verano es suficiente, no hay porque despertar a la gente de su siesta y hacérselo saber). Pauso el video antes de que pasen los primeros diez segundos. Ni siquiera ha empezado a cantar el gran Nat King Cole. Pero es más que suficiente, de momento no necesito más que este pequeño tentempié. La Navidad está por ahí, guardada, durmiendo también, esperando su momento para despertarse y volver a casa.

Por todo esto, no es extraño que hace un par de semanas yo estuviera buscando ya a la señora Navidad, de la que todos dicen que llega cada vez antes, y tuviera ganas de una merendola suculenta y muy dulce.





El año pasado ya os hablé de un pequeño foodie lugar con mucha fama aquí en Sevilla porque sirven unas tartas increíbles. Es muy pequeñito y se llama La Cacharrería. Pues bien, La Cacharrería se hizo mayor e inauguró hace ya unos meses una segunda cafetería igual de bonita que la que yo ya conocía.
Está también en el centro, cerca de la Plaza Nueva, ubicación perfecta para ir a merendar cuando inauguren el encendido de las luces de Navidad en Sevilla!







Tienen una tarta de zanahoria increíble que debéis ir a probar en cuanto vuestras obligaciones navideñas os lancen a la calle.







Esponjosa y con un frosting bien trabajado y dulce a rabiar!

También probé esta tarta de galletas Oreo, con un sabor que va más allá de las famosas galletas. Estaba súper rica, por si la opción de la tarta de zanahoria no os hace gracia.









Aunque encontraréis más sabores de tartas, y tortitas caseras y galletas, y más… para elegir cuando paséis por allí.







La Navidad nos da caza a todos, y como digo siempre es misión imposible escondernos de ella. Pero de corazón os digo que no está hecha para que pasemos de largo, sino para que nos concedamos un paréntesis feliz y tranquilo del mundanal “ruido” del resto del año. Piensa en un villancico que te transporte a un momento bonito, saborea al mismo tiempo tu postre favorito… Ya lo tienes.

Y sonríe, sonríe siempre.

La Cacharrería
c/ Carlos Cañal, 5
Sevilla - 41001
955 60 75 14



jueves, 8 de noviembre de 2018

Burro Canaglia




¿Hay alguna duda si digo que en Sevilla hace mucho calor en verano?

Pero no es igual de fácil que me crean si les digo que hace mucho frío en otros meses del año…

Y cuando eres una persona de las que prefiere salir a zampar y fotografiar todo hasta que la batería del móvil aguante y hacer vida en la calle a quedarse en casa, posiblemente ambas circunstancias te priven de sentarte de forma agradable en cualquiera de las terrazas que hay por toda la ciudad. ¿Sombrilla en verano y estufas de gas en invierno? ¡Nah! Os propongo otra cosa para zampar en la calle en esos meses en los que es difícil sobrevivir a 5 ó a 40 grados.

Descubrir restaurantes bonitos ( y climatizados).




Burro era de esos restaurantes que tenía anotados en la agenda desde hacía ya mucho tiempo. El tipo de gente que me lo había recomendado era tan variada entre sí, que  yo realmente no sabía qué iba a encontrarme cuando llegara. ¿Tenía que sacar los tacones y parecer elegante? ¿Era un sitio para ir a comer sin prisas y sin pensar en las agujas del reloj? ¿La comida sería sofisticada o casera con sabores familiares? ¿Para ir en pareja en plan cita o para un almuerzo familiar con la abuela, los primos, los papis, el carrito con los bebés gemelos y el tío que ha venido de Cuenca? Y mi sorpresa fue que Burro era un sitio donde todo esto, y todo lo que abarque tu imaginación y situación personal, tiene cabida.






Es difícil encontrar un restaurante así. Habitualmente sabemos qué necesitamos, cual es nuestro rollo, dónde nos sentimos más a gusto y rodeados de quién. Es posible que acabemos yendo a los mismos tipos de lugares a comer exactamente lo mismo una y otra vez.

Me encantó que en Burro hayan roto así con este tipo de estereotipos y que hayan conseguido que desde que entras por la puerta hasta que te vas, no te pares a pensar si ese sitio va contigo o no… ¡sino en mirar la carta de arriba a  abajo dispuesto/a a probarlo todo!






Risotto de Boletus



Con lascas de foie fresco y queso parmesano. Un sabor realmente espectacular el de esta mezcla. El resultado cuando este plato llegar a la mesa es un risotto con un arroz bien trabajado, de diez y con una mezcla de ingredientes hecha con originalidad.







O si preferís otros ingredientes risotto de queso Payoyo



Con panceta y trompetas negras. Personalmente prefiero el sabor de las setas en un risotto, pero sólo hablo de gustos personales. Al igual que ocurre con el arroz anterior, este plato es también increíble a nivel de sabor y de mezcla de ingredientes.

¿Sois más de pizza? No os culpo, ¿puede haber un plato más universal y que guste absolutamente a todo el mundo en cualquier momento?

Pizza 8 quesos



Atrás quedó la famosa pizza cuatro quesos, por qué quedarnos ahí cuando podemos añadir más y más sabor? ¡Eso debieron pensar en Burro!





El resultado es una pizza espectacular y contundente, ¡exquisita!

Pizza payoya



Con carne de carrillada entre sus varios ingredientes. Un sabor intenso que se sale de lo que podemos encontrar habitualmente en pizzerías varias, os lo recomiendo, tanto si os gusta la típica tapa de carrillada como si no, ¡en versión pizza nada tiene que ver con nada!



¿Y de postre...?



Coulant de chocolate. Pero no un coulant cualquiera. El coulant. En su punto perfecto de temperatura, textura y cantidad de chocolate. Imperdonable irse de Burro sin probarlo.









A la gente nos gusta estar con otra gente. Somos sociales, dicen. Nos necesitamos, dicen los más sentimentales. Tienen razón, estés en el país que estés, haga el tiempo que haga, nos gusta juntarnos, reunirnos y pasar un rato agradable.

Burro Canaglia Bar & Resto
C/ Luis Montoto, 112, 41018 Sevilla
Menú: burrocanaglia.com
954 86 95 95