viernes, 22 de junio de 2018

La Dalia



  En algún momento, todo el mundo necesita conocer un buen restaurante en el centro de Sevilla. Un buen lugar donde se pueda almorzar o cenar y mantener una agradable charla. Un buen lugar que no sea demasiado grande ni impersonal. Y que al mismo tiempo sea un buen lugar lleno de buena comida, de comida especial, de la que no va encadenada en serie, ni se hace como churros ( con todos mis respectos a los churros, mi desayuno favorito para los Domingos de-no-hacer-nada-de-nada), ni comida de la que podría hacer cualquier persona que se pasease por la cocina.

Un pequeño gran lugar que nos sirva para una comida de trabajo, para  “la cita romántica” definitiva, o para saltarnos una huelga de hambre o la dieta, como se quiera llamar. O simplemente, para recomendárselo a alguien que nos pregunte.




Pues os tengo buenas noticias. Estuve en ese buen lugar no hace mucho y se llama La Dalia. Cumple con todo esto y con algo más.












Este imaginativo bar de tapas y raciones exquisitas es bonito y pequeño, pero con una carta de lo más variada. De las que contentan a todos los que vayan, tanto a nivel de comida como de vinos, y eso no es cosa fácil amigos.
No vais a tener oportunidad de sentaros en la calle, pero el interior ha sido cuidado con tanto detalle que tampoco lo vais a echar de menos. Y con el calor que nos está llegando y falta por llegar, menos!


Pintxos de bacalao y langostinos





La comida de color negro ( al igual que me sucede con la comida de color azul) tiene algo. Algo que me dice que no me la coma, que esos no son colores que los humanos debamos meternos en la boca y tragarnos. Pero que al mismo tiempo es un algo que entra en conflicto con la textura y el olor que me llegan por ojos y nariz…. Y que lo cambia todo. Es justo ese algo  lo que hace que queramos sumergir uno de estos crujientes pintxos en la deliciosa mayonesa de lima que nos han servido. Y el placer se hace real.













Aseguraos de pedir al menos una tapa de….

¡¡Croquetas!! 







Hacedle caso a esta loca del rico manjar  que surgió como necesidad de usar las sobras que andaban por la cocina, como otros muchos grandes manjares de la historia, y  al que sin duda nuestros tiempos modernos se han encargado de catapultar al casi nivel de plato de culto.




Canelón de carrillera

Yo no era demasiado fan de la carne de carrillada en ninguna de sus versiones, claro que como tampoco como carne apenas, no soy una medida fiable. Pero por la mitad de este canelón lo dejo todo.








Porque la combinación de carne de carrillada, con su típico sabor intenso, mezclada con la pasta del canelón y la salsa de uvas y boletus, es perfecta. De las que convierten un Jueves cualquiera, en un Jueves especial.




Presa a la plancha ( con jamón ibérico y pimientos del padrón)





Para carnívoros, y para los que no decimos que no a un trozo de carne bien preparado, aunque no comamos demasiada carne a la semana. Un plato típico con ingredientes de toda la vida y de calidad que lo convierten en una tapa perfecta para terminar el almuerzo.






Yo ya no podía comer ni picotear nada más, pero vosotros seguid probando y probando. Probad todo lo que podáis, todo es bastante espectacular!



Parafraseando uno de mis hashtags favoritos cuando subo a Instagram una foto de algo delicioso os diré que pongáis un plato de croquetas en vuestras vidas. Si ya  soléis hacerlo, solo puedo deciros que ¡Todos formamos un bonito club de locos de este sabroso manjar! Dejemos que las croquetas de La Dalia ( y sus otras muchas cosas ricas) formen parte de él.



La Dalia
C/ Trajano, 4
Sevilla – 41002
955 32 18 63

martes, 5 de junio de 2018

La Casa Azul


    

  Mi amiga Nathalie me dejaba un comentario por Instagram hace unas semanas, y me decía que podría vivir  exclusivamente a base de croquetas y ensaladilla rusa.  Podría ser un deseo poco ambicioso pero si os añado que ella me escribe desde muy lejos, más allá de los Pirineos, desde un lugar donde no hay ni croquetas ni ensaladilla en el bar de la vuelta de la esquina ( y si hay algo similar, seguro que no son como la que se preparan en España), quizás ese deseo ya no sea un deseo poco ambicioso, puede que haya subido de nivel.

La felicidad está en las pequeñas cosas. Dicen por ahí. En las cosas sencillas. En lo de siempre. Hombre no sé yo, según el día que me pille, seamos sinceros. Hay días en los que ni los truenos ni las centellas pueden conmigo, y otros luce el sol más brillante mientras la sensación de que todo se desmorona alrededor es inmensa. Y apenas como en ninguno de esos dos tipos de días.

Y para todos los demás días, que son la gran mayoría, los días normales, que se nos llene la boca diciendo que la felicidad está en las pequeñas cosas en las comidas sencillas, en las de siempre, y que tengamos croquetas y ensaladilla cerca para llenar la boca con algo más que palabras y emociones. Que este mi blog, en el fondo va de una chica que come. 




Y ¿a dónde me llevaron mis pies hace poco? A la Alameda de Hércules, mi zona favorita para salir a tapear por Sevilla. No me cansaré nunca de pasear por allí, yo que conocí la Alameda cuando era un sitio muy diferente, y que me maravillo todavía cuando pienso en cuánto ha cambiado. Cómo era antes y cómo es ahora.

Antes no existía La casa azul.




Y ahora podemos disfrutar de este pequeño bar,  que parece una casa de verano de esas que están cerca de la playa. Con mucho azul como dice su nombre, con las ventanas y puertas abiertas y con comida sencilla pero deliciosa, como la que comeríamos con todas nuestras ganas un mediodía caluroso de Julio o Agosto.





















No tuve que pensármelo mucho…


Ensaladilla con pollo escabechado






Sí, eso existe. Realmente sorprendente, si muchos de los que me estáis leyendo habéis caído en la cuenta de que nunca habéis probado una ensaladilla así, eso mismo pensé yo cuando leí la carta! No podía dejarla escapar! E hice bien,  estaba súper rica! Y os la recomiendo!





Chicharrones

También conocidos como torreznos, tocinito frito, y algún que otro nombre más.




Puede haber una comida para picotear que simbolice más el dulce-no-hacer-nada propio de un domingo? Y a la vez estar tan ricos como estos?





Croquetas

Las más esperadas. Comer croquetas un día que estás deseando comer croquetas es sinónimo de felicidad auténtica.









Estas eran de cardo, un vegetal que todavía no me he animado yo a incorporar a mi alimentación diaria, todo llegará porque la verdad fue que me encantó el sabor que tiene hecho croqueta.







Carne mechada




Porque también es comida de domingo y de sacar la mesa al patio a buscar rayos de sol. Y porque esta tenía una pintaza que no podía decir que no.



Creo que podría adoptar a La Casa Azul como mi casa de los domingos de verano, un patio con sombra, croquetas y ver a la gente paseando por la Alameda, ¿qué más puedo pedir? Ah sí, vivir a base de croquetas y ensaladilla!



La Casa Azul
Alameda de Hércules, 82, 41002 Sevilla
692 52 90 93