sábado, 31 de octubre de 2015

Cumpliendo años


Que duro fue volver a la realidad española cotidiana. Os confieso que el haber ido poco a poco escribiéndolo en el blog, y el haber ido recordando a través de las fotos todas las aventuras vividas, ha amortiguado la apatía y la melancolía. Esos pensamientos que un día fueron sueños dentro de mi cabeza, ahora por fín eran recuerdos. Y con esa sensación de haber conseguido hacer algo muy grande y muy perseguido me quedo.

El verano acabó oficialmente y como cada final de Septiembre, Ana y yo nos volvimos a juntar un año más para dar rienda suelta a nuestras cabezas e idear una mesa de cumpleaños fantástica.
 
 
 
 
 
 

Hummus ( ¡que no falte!) ,  pollo asado, ensalada italiana, chacinas, baklavas de queso y manzana, quiche, patatas asadas con laurel y pudding de nutella para cerrar el festín. Y mojitos, que se me olvidaban. Porque un cumpleaños doble es más que un día especial, y porque para comer tortilla de patatas y filetes empanados ya tenemos cualquier día del año, Ana y yo seguimos tirando la casa por la ventana, culinariamente hablando, un año más.
 


















 
 
 
 
 

¡Os diría que disfrutamos con los preparativos casi más que comiéndonos todo luego!
 
 
 
 
 

 
 
 
 

La receta del pollo asado que preparé esta sacada del blog de la genial Rosie, The Londoner. Os dejo el enlace para quien la quiera preparar. Es muy fácil y el pollo queda súper sabroso!

 


 

 

Pero estoy segura de que más de uno y  más de una todavía anda pestañeando en el párrafo de más arriba con lo del pudding de Nutella. Un postre espectacular y rápido de preparar si seguís los pasos de Trotamundos en http://food-and-cook.blogs.elle.es/2014/10/20/nutella-and-banana-bread-pudding-pudin-de-nutella-y-platano/
 


 

 

 

 

Hemos llegado a la conclusión de que siempre exageramos un poco con la cantidad de  comida que preparamos, e Instagram ya nos ha inspirado para ponerle solución a esto en la celebración del año próximo. Ya queda menos!
 

 

domingo, 18 de octubre de 2015

Come, reza, ama


Hace un par décadas, había un anuncio en televisión en el que aparecía un matrimonio paseando por una avenida de Nueva York. La mujer estaba callada y solamente se escuchaba a su marido decirle que desde que habían llegado cada día comían en un restaurante diferente, que si un día un marroquí, otro día un chino, otro día un mejicano, y que estaba deseando volver a casa para comerse un buen bocadillo de… y entraba en escena un camión de Campofrío. Alguien se acuerda?

Aquel hombre sufrido, y con ardores de estómago por las noches, contaba una verdad muy grande. La oferta gastronómica en Nueva York es abismal, si tenemos en cuenta que realmente la isla de Manhattan no tiene un perímetro especialmente gigante.
 
 

 Restaurantes de postín en los que te puedes pulir en una sola comida tu presupuesto para sobrevivir en la ciudad de los rascacielos durante una semana entera, delis con buffet libre en los que llegas a desesperar a los que esperan tras de ti en la cola porque  lo quieres todo y no te decides por nada, puestos callejeros de perritos calientes y pretzels y botellas de bebidas ultra azucaradas, hamburguesas y HAMBURGUESAS que no es lo mismo… es tan infinito que es difícil de contarlo a los amigos una vez vuelves a casa. Nueva York es, por encima de todo, comida por todas partes. No importa en qué parte de la ciudad estés en cada momento, habrá algo de comida muy cerca de ti. Comida anunciándose por todas partes y comida lista para ser engullida en ese momento, de ahí que ni sea fácil encontrar mesa si no has reservado ni que sea difícil ver gente comiendo mientras va andando por la calle. Y lo tengo que decir, me encanta el rollo ese de comer por la calle!

Entre libros que leía, blogs que visitaba y películas que veía, pasé algunos meses preparando este viaje y dejando bien atado donde íbamos a comer o cenar los días que estuviéramos allí. Y os puedo asegurar que merecieron la pena los meses de intensa búsqueda:

 

Tacombi Nolita http://tacombi.com/

Una de las muchas cosas de quedarnos a dormir en la zona del SoHo fue descubrir que esta maravilla de restaurante mejicano lo teníamos a sólo unas calles de distancia.
 

Sabía de su existencia a través del blog  The Londoner, al que soy súper adicta!
 








 

Con aspecto de taller de reparaciones, y con una furgoneta BMW vintage haciendo de barra, preparan los mejores tacos que me he comido hasta ahora!
 
 

 


Lo saqué de un capítulo de Gossip Girl! El restaurante ni siquiera aparecía en el capítulo como sí hicieron otros muchos sitios de la ciudad, simplemente una de las protagonistas proponía ir a comer musaka allí. 

 
 


 
 
 

Igualmente alejado de Midtown y de todo lo superturístico de Nueva York, Veselka prepara la auténtica comida ukraniana. Es espectacular y por fín por fín pude probar los famosos pierogis!

Son una especie de raviolis-tortellinis rellenos de queso, espinacas o carne o muchos otros ingredientes que se sirven fritos o hervidos. Hervidos para mí por favor!!

 


 

Con ese nombre tan curioso que mezcla comer e Italia formando un nuevo palabro se presenta este gastroespacio en pleno centro de Manhattan, justo donde está en edificio Flatiron. M y yo lo descubrimos en nuestro primer viaje y en cada visita le hemos hecho un hueco para volver a recorrerlo.

En Eataly puedes ir a hacer la compra, si el presupuesto lo permite o sentarte en cualquiera de sus mesas a degustar exquisiteces. Nuestro rincón favorito era hasta ahora el corner del queso, pero nuevo nos ha hecho cambiar de opinión…
 




 

Sí, un sitio donde zampar Nutella! Nutella por todas partes!!!

Lo malo de empezar con el dulce es que ya no puedes parar…

 

 Jacques Torres Chocolate https://www.mrchocolate.com/

Recuerdo leer que la actriz Blake Lively animaba a la reportera del Vanity Fair que había acudido a su set de rodaje a que probara las galletitas de chocolate del catering, que eran increíbles! Hechas por Mr. Chocolate, el mejor repostero del mundo. La pobre reportera no fue lo suficientemente rápida y el marido de Blake, Ryan Reynolds, llegaba por detrás y se llevaba la bandeja entera…

Y yo que pensaba que habiendo estado en Brujas y en Zurich ya había comido y comprado el mejor chocolate del mundo, y resultó que no. Que había por ahí un tal Sr. Chocolate que estaba considerado el mejor maestro chocolatero!






 

Y he de reconocer, que aquel sándwich de galletas con pepitas de chocolate y relleno de helado de chocolate, era realmente de otro mundo!


Las veces que no hemos tenido ni ganas ni tiempo de sentarnos a la mesa en Nueva York, hemos estado aquí, en lo que M y yo llamamos el mejor supermercado del mundo.
 
 
 

Un supermercado de comida orgánica, con música agradable, personal especialmente feliz atendiéndote, y con un surtido gigantesco de comida ya preparada y lista para que te la sirvas tú mismo a tu gusto y te la comas allí, o te la lleves a casa, o al parque…
 



 
 
 

 

Hay un Whole Foods justo en una de las esquinas de Central Park, lo que lo convierte en el lugar genial y perfecto en el que comprar la comida para luego subir al parque a hacer el picnic!

Comer es un placer, como me diría mi compañera de oficina. Y en Nueva York sería como el equivalente de un placer multiplicado por un millón. Y aún no nos aproximamos.