“Un rinconcito único en
pleno centro de Sevilla donde podrás degustar exquisitas tapas, exclusivos
vinos, deliciosa repostería, riquísimos cafés y la mejor coctelería…”
La
semana pasada estuve almorzando en unos de mis restaurantes favoritos de
Sevilla. Llevaba mucho tiempo queriendo hablaros de él, y me repetía a mí
misma: tengo que ir pronto…pero esperaba el momento adecuado, quizás un día
tranquilo, a una hora en la que no estuviera a rebosar para enseñaros con
tranquilidad porqué me gusta tanto.
Muchos
de vosotros, bueno los que hayáis andado por Sevilla, conoceréis el local
porque hasta hace unos años, estuvo instalado aquí el muy mítico pub “La
Ilustre Víctima”. Coger el testigo de un sitio que ya albergaba cierta fama en
Sevilla entre la gente joven y más allá, y conseguir un renacimiento exitoso a partir de una idea
completamente diferente a la anterior, no es tarea fácil…Pero lo han
conseguido!
La
Ilustre Víctima se despidió de todos y llegó La Duquesita, nombre aristocrático
pero alma y corazón cercanos, como
descubres desde que cruzas la puerta: techos altos, muros anchos y aires
antiguos. Mucha luminosidad, mobiliario en madera y tonos menta con piezas
diferentes que parecen que no encajan pero que no podrían estar las unas sin
las otras, y una cálida apariencia vintage de verdad ( y no de la que se fabrica
en serie) en un montón de detalles a tu alrededor. Tiene un aire bohemio pero
bonito que me encanta. No empalaga. Me siento aquí como si fuera el comedor de
mi particular casita vintage!
Para
empezar, M y yo pedimos unas sabrosas papas bravas que compartimos. A él le
pasa con las bravas lo que a mí con la ensaladilla: si están en la carta hay
que pedirlas!
Para
mí, musaka de atún….
Yo,
que ya me vais conociendo y sabéis que no suelo tomar postre porque no me suele
quedar sitio, me di una vueltecita a curiosear por la pequeña vitrina que
teníamos cerca de nuestra mesa y a dejarme tentar por lo que tuvieran por allí…
Y
la ganadora fue una de las especialidad de la casa: “tarta mi niña Ana”.
Una
tarta de queso cotundente, y que os aseguro sabe a queso, con una base de
galletas y canela y un sirope de frutos rojos…
No
hay nada como coronar una comida en La Duquesita con un postre como este! Dulce
final!