"You must remember this, a kiss is just a kiss…"
Todo se solucionará con un beso…
pero no con cualquier beso. Todo se solucionará con el beso adecuado.
He de confesar que alguna que
otra vez, cuando he tenido un mal día y todo se ensombrece, he recordado el cuento de “La
Bella Durmiente” y no he podido evitar sentir la más insana de las envidias por
esa chica que un buen día se echó a dormir y se despertó tiempo después sin
haber envejecido nada, sin haber movido un dedo y con la vida resuelta,
príncipe con caballo incluído…
Creo que no tengo diosa interior,
pero si la tuviera sería una especie de Mulan, porque en esos momentos parece
que escucho a alguien decirme: Levántate y lucha! Que príncipe ni que narices!
Y vuelvo a la Europa del siglo XXI, de donde nunca debí dejar escapar a mi
imaginación.
Y sin embargo, no puedo evitar
que algunos cuentos de hadas siempre
anden pululando por mi cabeza, con sus canciones, con sus castillos, con sus
príncipes, y con sus villanos!
Los villanos, alabados sean y que
nunca nos falten! En el fondo, son los mejores personajes de los cuentos y los
que aportan la pequeña dosis de mundo real a tanta fantasía. El problema es que
los villanos y villanas no tienen voz en estos cuentos y nunca se les escucha. Puede
que pienses que sí, pero lo que hemos estado escuchando realmente todo el tiempo es la voz del villano o villana
a través del canto de sirena de la
princesa de turno. Y así no hay forma, el malo siempre será el malo. Además parece
que a nadie le preocupa saber cómo llegó a ser así. O más bien, preocupaba.
Hollywood, bien por necesidad de
renovar los cuentos de hadas y adaptarlos a los tiempos que corren o bien por
carencia de historias más originales, se está empezando a preocupar por los
villanos de toda la vida, y como si los hubiera hecho pasar por un exhaustivo
psicoanálisis con diván y todo, nos trae películas como “Maléfica”: el Spin off
de “La Bella Durmiente” con la mala de todas las malas como protagonista y que
nos da una posible versión de los hechos que
ocurrieron realmente, más allá de la versión Disney que todos conocemos.
No puede gustarme más esa idea de
que nadie es malo sin motivos, aunque te llames Maléfica, porque como se
preguntaba Shakespeare, “que hay en un nombre?”: Heridas que no hemos sabido cicatrizar, decisiones
que no habíamos querido tomar, muros que hemos levantado a nuestro alrededor,
cosas que hemos dicho de las que nos hemos arrepentido en otro momento…La vida
misma.
Y al final solo nosotros mismos, con la ayuda de alguien
que confía en nosotros y nos quiere con todo lo bueno y todo lo malo que somos,
saldremos de todo el entuerto. Como os decía al principio, un beso es la
solución, pero necesitamos el beso adecuado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario