Mi entrada de hoy va dedicada
especialmente a los que me leen desde el otro lado del Atlántico, desde los Estados
Unidos de América. Es otra de las cosas maravillosas que tiene esto del tener
un blog, saber cuántas personas te leen y desde dónde, ¡ y nunca imaginé que
desde allí me leyesen tantos!
Siempre he sentido y pensado que
tengo una conexión especial con aquella tierra, quizás sea por la cantidad de
horas que hipotequé siendo niña delante del televisor viendo dibujos animados,
series, música y películas , todo “made in America”. Nada fuera de lo normal si
tenemos en cuenta que la gran industria del entretenimiento nos viene de allá,
pero lo que quizás ya no sea tan normal es que una niña, y luego una
adolescente acabe asumiendo y considerando a muchos de esos valores ( que no
todos, no olvidemos que todo “folklore”
tiene sus “fallos”) como excelentes. Porque es quizás cuando nos hacemos
mayores, cuando nos damos cuenta de que esa idea del sueño americano es tan
sólo una buena idea de marketing más.
Pero es una idea que funciona. Al
menos desde cierto punto de vista ¿Quién no se ha dicho alguna vez a si mismo
que no puede cambiar de donde viene , pero sí hacia dónde va? ¿o que con
trabajo y esfuerzo llegará nuestra recompensa? Ideas ambas que yo idolatro, que
me creo a pies juntillas y que defiendo en todas partes. Ideas ambas que
resumen mi sueño americano particular, ese
concepto que todos tenemos o hemos tenido alguna vez en nuestra cabeza
de alcanzar algo que queremos por encima de todo lo demás.
Hace unos días, una amiga me
preguntaba si, con todo lo que me gusta
Estados Unidos, alguna vez había intentado trabajar allí y mudarme. Y después
de darle la típica respuesta de que el papeleo es brutal y que el visado es
complicado no, lo siguiente, me quedé pensando en otras razones más profundas.
Quizás no quiera que mi sueño americano deje de ser un sueño. Quizás necesite
que siga formando parte de mi imaginación y no que empiece a formar parte de mi
realidad cotidiana, en el fondo. Suelo pensar que muchas cosas son más bonitas
y más ideales vistas desde fuera, y que entrar demasiado lo estropea todo!
Así que retomando el punto de
partida de esta entrada, me uno a la fiesta yanqui hamburguesa y pastel de cerezas en mano, y quiero
felicitar hoy 4 de Julio a todos los que me leen desde los Estados Unidos y
celebran hoy un día histórico muy especial, a los que celebran el día de hoy
fuera de su tierra estén donde estén, y sobre todo a todos los que también os
alimentáis de sueños, de frases, de imágenes, de esos “algún día…”. Soñad,
soñad siempre!
Tanto la receta del pastel de cerezas como de la ensalada de col son del fantástico blog: http://recetasamericanas.com/2015/02/12/receta-de-coleslaw-ensalada-de-col-americana/
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