Esta semana, mientras le
comentaba a una compañera del trabajo cual era mi alimentación habitual ahora y
qué solía comer hace algunos años en comparación, fui plenamente consciente de cuánto he ído
cambiado, tanto a nivel de cuánto se ha regulado y ajustado mi cuerpo
internamente como a nivel de algunos kilos indeseables que se han marchado y
nunca debieron haber aparecido.
Mis “amienemig@s” ( ¡quien no los
tiene!) me repetían hasta la saciedad
que cambiar la comida que solía comer no me ayudaría a regular nada y por
consiguiente a estar más tranquila con mi cuerpo, y que no debería ponerme
límites en lo que me apeteciera comer, sino comer a voluntad, cualquier tipo de
alimento por muy poco sano que fueran… Me "adoran", lo se.
Nos toca vivir en un momento en
el que la palabra “apetece” está bastante contaminada. En un momento dado, por
probar o por adicción casi extrema, nos puede llegar a apetecer casi cualquier
cosa para comer. El anuncio de galletas de chocolate de las 15:30 enciende la
mecha, dejamos que un vacío ficticio se
apodere de nuestro estómago y la palabra “apetece” justificaría la conducta en
sí misma de atracar la despensa de la cocina.
Así que hace un tiempo que decidí
que la razón tenía que imponerse sobre todo esto, y descubrí la importancia que
tenía el preguntarse uno mismo a donde se quiere llegar y que se debe hacer
para ello. Y hacerlo. Y dejar de hacer cosas que te llevan a direcciones
opuestas a donde uno quiere llegar. En la comida, en las relaciones, en el
trabajo, y en todas partes.
En un blog como este, donde gran
parte del argumento que leéis semana tras semana gira en torno a la comida,
este tema del autocontrol y actuar con cierto raciocinio tenía que salir antes
o después. Mil veces he pensado en escribir sobre ello, y mil veces he borrado
lo que escribía porque al acabar y leerlo veía a una chica enfurecida contra la
industria de la alimentación. Y yo no soy esa chica realmente.
Para un Viernes soleado en
Sevilla, para uno de esos días en los que se quiere bajar la guardia y disfrutar
de una buena comida sana sin preocuparse de aditivos, artificios o mezclas que,
al menos a mí, me harían saltar los intestinos por los aires, tenía reservado
un sitio muy especial.
Gaia
Un restaurante vegano y ecólogico
en pleno centro de Sevilla, que hace gala de su nombre: equilibrio y autorregulación.
Con un ambiente tranquilo, Gaia
sorprende con una carta extensa de comidas y platos sanos pero imaginativos.
Quizás no haya las (extrañas) mezclas de ingredientes que se han puesto de moda
por todas partes. Aunque tuve la sensación de que era eso lo que convertía a
Gaia en el restaurante especial que es: poder volver a sentarme a comer comida
de verdad, comida para alimentarme y no para divertirme. De vez en cuando se
necesita hacer esto!
Me llevé a mamá conmigo, que no
se lo pensó dos veces en acompañarme y disfrutar también de la filosofía que
este foodie-lugar!
Para comenzar, una suave crema de verduras
O aliño de patatas?
Es posible que un aliño de patatas
esté tan rico con dos o tres ingredientes? Es más que posible! Todo depende de
lo buenas que sean las patatas, realmente no hace falta añadir muchísimo más.
Garbanzos esparragados con col
para continuar.
Los garbanzos me entusiasman
ahora mucho más que cuando era una niña. Y estos estaban muy ricos! Nunca los había
probado con col, y tal y como preparan este plato en Gaia se convierte en una
mezcla muy sabrosa.
Y para mí, coliflor con bechamel
de setas!
Soy una gran fan de las
coliflores y los brócolis. Y las salsas bechamel hace algunos años que las dejé
atrás, o al menos las recetas habituales con harina y leche! Hay mucho mundo
más allá.
Fue un plato contundente, porque
las coliflores sacian a tope. Y la bechamel era una delicia total , con un
toque inconfundible de nuez moscada.
Cuando llegó el momento del
postre ví que Gaia tenía yogur en su carta! Y con jalea de frutas además! Tenía
que probar eso!
Maravilloso!
Gaia ha sido un sabroso descubrimiento, pero no ha sido otro
más. Por su equilibrio y claridad se han ganado un sitio muy especial en mi
lista de favoritos, así que seguiré explorando su carta a lo largo del verano!
Gaia
Calle Luis de Vargas, 6, 41001 Sevilla
Teléfono:954 56 18 31
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