Como habréis visto a lo largo de
los dos años de vida de este mi blog ( y si os dais un paseo por el centro de
Sevilla también os daréis cuenta), los restaurantes cuquis florecen por
doquier. Se han puesto de moda y la gente, tanto sevillanos como visitantes,
está encantada. Tapas y raciones curradas, con ingredientes habituales
mezclados con maestría con otros novedosos para nuestro paladar, precios
razonables y aforo más bien mediano que impide que se llene como un estadio de
futbol. En alguno de ellos, incluso hay que hacer cola un sábado por la noche!
Me ocurrió precisamente la semana pasada mientras visita un sitio por primera
vez para contaros luego todo aquí en el blog.
Yo me incluyo en esta masa de
gente que va a comer y a cenar a foodie lugares de este tipo, pero de vez en
cuando me gusta pasarme por alguno de los clásicos. Por uno de esos sitios que
siguen en pie, generación tras generación, contra viento y marea.
Como la confitería La Campana
En pie desde 1885, en el número 1
de la calle Sierpes. Más castiza no se puede, aunque en Sevilla no hay nada
imposible.
Su ubicación es perfecta para
sentarse en las mesas que tienen fuera, y ver a la gente pasar mientras se
merienda uno de sus exquisitos pastelitos.
Dentro es como un antiguo y
elegante despacho de dulces, que hará las delicias de los que les guste la
decoración con un punto retro, a lo hace-un-par-de-siglos-atrás.
Todo lo que comeréis aquí es
fabricación propia de la Confitería la Campana en su obrador, hecho por
artesanos. Nada es envasado, ni congelado, ni nada de eso. Es cien por cien de
verdad.
¡ Y hay variedad de sobra!
M y yo estuvimos curioseando
entre pastelitos de todos los sabores y colores y el olor a café recién hecho,
y nos quedamos a merendar allí.
Café y batido de vainilla
Palmera de huevo para M
Crujiente y azucarada como debe
ser
Y muffin de chocolate para mi
Porque los clásicos también saben
reinventarse y adaptarse a los tiempos modernos, donde las magdalenas, ya no
son magdalenas…
…pero el toque de la casa es
innegable e intocable, con esta preciosa presentación.
Riquísimo, con sabor a chocolate
negro, y con textura de recién hecho.
¿Lo clásico y lo moderno pueden
convivir? Yo creo que si, simplemente es cuestión de no quedarse atrás unos, y de
participar otros de todo lo que hay alrededor. Todo sigue teniendo su encanto, nada envejece
nunca del todo.
LA CAMPANA
Calle Sierpes 1-3, Sevilla
Tel: 954 22 35 70
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