Se acabó la Navidad. Es un hecho. Acabo de quitar el árbol.
Y en lugar de escribir algo: Diciembre, ven a rescatarme ya!
Intento hacer algo de mindfulness de
andar por casa, y pensar que cada mes del año y cada estación trae algo
bueno, cosas nuevas y más magia de la que ahora podemos imaginar…. Venga ya! A quién intento engañar? Te lo digo bajito, al oído, sin que nadie nos oiga:
Diciembre ven a rescatarme…
Porque Enero lo único que quiere es que aprenda a poner a
prueba mi capacidad de volver a la rutina alimentaria diaria, y que aprenda a
lidiar con ese agujero gigante que siento en mi estómago a media mañana,
agujero donde antes había un polvorón o un trozo de turrón.
Pero si queremos que nuestro mundo siga girando, no hay más
remedio que volver a las rutinas habituales.
Y yo, a este mi blog ;)
El pasado fín de semana, justo después de que se acabara el
día de los Reyes Magos, estuve comiendo en Tuk Tuk, un sitio al que hacía tiempo que tenía
ganas de ir, y del cual me habían hablado muy bien.
Un sitio sencillo, pequeño, para comer sin pausa pero sin
prisa pero para comer rico y sano.
Para comer unos noodles que dejan con ganas de repetir otro
día otra vez. Y digo otro día, porque la ración que sirven por plato es contundente
hasta para los que más coman!
Lo bueno de Tuk Tuk es que ofrecen distintos tipos de noodles, entre ellos los de arroz, que están muy ricos y tienen un sabor muy
particular.
Cómo van a ser? Con carne de pollo? De ternera? De verduras?
Sea cual sea la elección que hagáis, estará tan rica cómo
aquella que me zampé yo. A mi ya hacía tiempo que me gustaban los noodles,
pero admito que llevaba tiempo buscando un sitio en Sevilla que me
sorprendiera, y me sirviera un buen plato de noodles sin más florituras.
Noodles, amor y una buena charla.
¡Vamos todos a conquistar Enero!
Tuk Tuk Noodles
c/ Julio César, 5, 41001 Sevilla
954 91 29 61
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