No quiero quitar el árbol de Navidad. Ni el Belén. ¿Por qué
tiene que acabarse ya esta época del año que me gusta tanto? Ahí sigue, verde y
lleno de bolas de colores, al lado de nuestro mueble de la tele. Sin él, el
rincón se quedará vacío, la casa volverá a la normalidad cotidiana de todos los
días…
Tendré que ser fuerte y comportarme como una niña mayor, y asumir que hay que volver a la rutina diaria.
Y que tendré que seguir haciendo que la rutina diaria brille, y deje de ser
rutina, y se transforme en algo bonito. ¿Por dónde podemos empezar…?
Quizás podríamos empezar por la mejor parte de volver a la vida
cotidiana tras la Navidad: poder finalizar por fín con las comidas copiosas
familiares y volver a vagar por Sevilla buscando nuevos foodie lugares para
zampar. Y sin son de comida sana y orgánica como Fargo, ya habremos alcanzado un
gran propósito post navideño para empezar a ver la vuelta con más ilusión.
Además de la comida sana y orgánica, Fargo es un restaurante
con cierta filosofía “slow”. En hostelería se tiende a pensar que un restaurante
donde no te atiendan rápido y te pongan la comida en la mesa al poco tiempo de
haberte sentado, es un sitio donde te atienden tarde y mal. Y no es esto
siempre así. Hay restaurantes para cada momento y necesidades que tengamos.
Fargo es para relajarse, para escondernos un rato del mundanal ruido con
nuestras personas especiales, para degustar sabores nuevos. Sin prisas y sin
sofocones.
En la carta hay lo mejor de la tierra y del mar. Pero el mar
lo voy a dejar aparcado por hoy.
Hummus
Ya me conocéis, veo hummus y me lanzo. Y pido más pan y
picos! Este era especiado, mucho más que
otros que me he comido. Textura perfecta y sabor espectacular. Las berenjenas que
lo adornaban hacían las veces de pan, con un sabor caramelizado que combinaba
perfectamente con el hummus.
Crema de coliflor
Con una fina capa de maíz tostado por encima. ¡Cuánto me
recordó al sabor del gofio canario!
Tabouléh de cous cous y brocólis.
Con granada y piña además del brócoli. Y un aliño fresco que
tendré que practicar en casa, porque siempre que preparo cous cous se me queda
bastante soso.
Y surtido de croquetas para compartir.
Mi favorita fue esta de espinacas y bechamel. Textura suave
y sabor súper intenso.
Tengo que acabar admitiendo que volver a la realidad nunca
fue mejor idea. Volver a descubrir nuevos restaurantes, volver a la comida sana
que me está ayudando un montón, volver al trabajo, volver a ver a los amigos tras
tantas fiestas y tantos compromisos
familiares… La Navidad también volverá, en menos de 365 días. Ahora me toca
disfrutar del camino.
Miam Miam Miam et remiam !!!
ResponderEliminarJe suis heureux que vous l'aimez. merci pour le lire!!
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